lunes, 7 de noviembre de 2011

Teoría del Jazz (10): uso de los acordes: notación funcional

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Después de la presentación teórica de los acordes, interesa dar algunas notas prácticas sobre su aplicación en el Jazz.

Conviene empezar proponiendo una nueva notación para los acordes, una notación que abstrae la clave, por decirlo de alguna manera. Se trata de designar los acordes no por su tonalidad concreta sino por la función que tienen dentro de la escala. Recordemos que para la improvisación es fundamental manejar las notas desde un punto de vista funcional, no tonal.

Lo vemos con un ejemplo: si tomamos una partitura de Autumn Leaves en G mayor, veremos que los cuatro primeros acordes son: A-, D7, G∆, C∆. Si los examinamos detenidamente encontramos que:
  • A es el 2º grado de la escala de G mayor. El modo correspondiente (II) tiene asociado el acorde menor, o sea A-.
  • D es el 5º grado de G mayor, modo V, acorde D7.
  • G es el 1er grado de G mayor, modo I, acorde G∆.
  • C es el 4º grado de G mayor, modo IV, acorde C∆.

Obsérvese que cada uno de estos acordes es el que corresponde a su nota tónica en el desarrollo armónico de la escala de G mayor. Por tanto, bastaría identificarlos simplemente por su modo / posición en la escala. A la hora de hacer esto se usan los numerales romanos de los modos, en mayúsculas cuando el acorde es mayor (o dominante), y en minúsculas cuando es menor (o semidisminuido). Entonces, la descripción armónica funcional de la escala mayor sería simplemente: 

I ii iii IV V vi vii 

Esto es: podemos decir que los cuatro primeros acordes de Autumn Leaves tienen las funciones de : ii, V, I, IV, lo que identifica unívocamente, para cierta clave, los acordes correspondientes. Esta notación hace que la estructura armónica del tema pueda trasladarse fácilmente a cualquier clave. Así, por ejemplo, Autumn Leaves en B♭ mayor sería simplemente:

ii V I IV
C- Gb7 B E

En casos como el anterior es costumbre decir que el tema usa acordes diatónicos, en el sentido de que cada acorde tiene la función correspondiente a la posición de su tónica en la escala. En muchos temas, especialmente en los anteriores al Bebop, es común la aparición de acordes casi-diatónicos: acordes cuya tónica se mantiene dentro de cierta escala pero su función difiere de la que le correspondería por su posición en dicha escala. En estos casos indicamos junto al numeral el tipo de acorde entre paréntesis. Así, por ejemplo, los tres primeros acordes en All of Me (véase la partitura) en C mayor son: C∆, E7, A7. Las tónicas de los dos últimos, E y A, están dentro de la escala de C mayor (grados 3º y 6º), pero sus acordes correspondientes no tienen función de dominante en dicha escala (ambos deberían ser menores). Funcionalmente estos acordes los representaríamos así: I, iii(7), vi(7).

Esta notación funcional, además de facilitar la operación de modulación (cambio de clave) como se ha dicho, da asimismo indicaciones muy directas sobre las escalas que pueden usarse para la improvisación melódica sobre un tema: si los acordes no llevan paréntesis es porque funcionalmente están dentro de la clave en la que estamos tocando; podemos por tanto ceñirnos a la escala correspondiente. Cuando llevan paréntesis sabemos que algunas de sus notas se salen y tendremos que usar una escala diferente.


Finalmente, la notación funcional nos indica si un tema está en tonalidad mayor o menor, simplemente comprobando el carácter mayor o menor de sus funciones:

Mayor: I ii iii IV V vi vii 
Menor: i ii III iv v(7) VI VII

En principio las funciones de la escala menor son las de la mayor desplazadas a su relativa menor (bajadas una 3m). Sin embargo, observará en la tabla anterior una excepción en el 5º grado. Esto lo vemos en el siguiente capítulo de esta serie.

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